
El cargador debe empezar con un nivel de corriente de aproximadamente un 16% de la capacidad de la batería (Ah). Después de varias horas, cuando el voltaje de la batería alcanza el valor de 2,40 v/celda (voltaje de gaseo), el nivel de la corriente debe de estar alrededor del 50% de la corriente inicial. Cuando el voltaje de la batería alcanza el valor de 2,65-2,70 v/celda, el nivel de corriente debe de ser alrededor del 25% de la corriente inicial. En este punto la carga está completa.
En esta otra gráfica apreciamos la misma curva "Wa" en los que vemos la curva que sigue la corriente y el voltaje en función del tiempo.

En un cargador "Wa" no regulado, una variación de un 6% en la entrada de tensión de la red puede representar una corriente final de carga hasta un 60% menor. Lo vemos en el siguiente dibujo:

La intensidad inicial varia un +/-4% por cada 1% de variación del voltaje de entrada. La corriente de gaseo puede variar entre un +/-7% por cada 1% de variación del voltaje de entrada y la corriente final puede variar entre un +/-10% por cada 1% de variación del voltaje de entrada.
La forma constructiva de este tipo de cargadores esta formado por un transformados principal, un puente de diodos para rectificar la corriente de alterna a continua y un controlador electrónico de carga.


Ejemplos de este tipo de cargadores lo tenemos en la gama Hoppecke RPM y RPT:

Tiempos de carga de 10-12h
Activación automática de la carga
Fase de precarga, con posibilidad de reconocer una batería ya cargada o excesivamente cargada
Fase de igualación, con posibilidad de comienzo retrasado y duración máxima de 24 horas
Fase mantenimiento por umbral de tensión
Posibilidad de selección de la tensión de gasificación
Botón de stop/start
Visualización de las fases de funcionamiento por Leds
Tarjeta electrónica multitensión de 24v a 80v con lógica de mando y microprocesador
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